Muchos productos naturales pueden reemplazar al azúcar de manera más saludable. Luego de probarlos querrá que siempre formen parte de su dieta diaria...
La fructosa:
Es el azúcar de las frutas y la miel, es una vez y media más dulce que la sacarosa y su valor calórico es igual (4 kcal por gramo). Se encuentra en forma de edulcorante de mesa en alimentos, bebidas y fármacos. A pesar de su elevado poder edulcorante no se recomienda su empleo en grandes dosis porque parece que incrementa las concentraciones de colesterol total y de LDL-colesterol, aunque no hay motivos para restringir los alimentos que de forma natural la contienen.
Jarabe de malta de cebada:
Contiene malta de cebada, glucosa, y carbohidratos complejos; tiene un 65 por ciento de maltosa, un 30 por ciento de carbohidratos complejos, y un 3 por ciento de proteínas. Su color es marrón oscuro, y es denso y pegajoso; su sabor es distintivamente fuerte, como la melaza, y la mitad de dulce que el azúcar blanca.
Lo ideal es utilizarlo junto con otros edulcorantes (no utilice más de un 40 % de malta de cebada). Es excelente para tortas y dulces como el pan de jengibre. También es bueno para untar en galletitas.
Azúcar y miel:
El azúcar es sacarosa cristalizada extraída de la caña de azúcar o de la remolacha azucarera. El azúcar de mesa es en su composición prácticamente el 100 por 100 sacarosa. Constituye una fuente energética de primer orden en la alimentación del hombre actual. . Se trata de un carbohidrato puro que, por lo tanto, aporta 4 kcal. por gramo. No contiene otros nutrientes. El azúcar moreno contiene fibra y sales minerales, pero en unas cantidades apenas apreciables.
La miel es una mezcla especial de glucosa y fructosa producida por las abejas, junto con una pequeña proporción de vitaminas, minerales, aminoácidos libres, proteínas y sustancias aromáticas más o menos volátiles. Posee prácticamente igual valor energético que el azúcar.
La miel es una mezcla especial de glucosa y fructosa producida por las abejas, junto con una pequeña proporción de vitaminas, minerales, aminoácidos libres, proteínas y sustancias aromáticas más o menos volátiles. Posee prácticamente igual valor energético que el azúcar.
Melaza residual:
Contiene un 70 por ciento de sucrosa, y es jarabe oscuro que queda como residuo del proceso de refinamiento de azúcar.
No es exactamente un edulcorante natural, pero contiene gran parte, sino todo, del valor nutritivo presente originalmente en la caña de azúcar: tiamina, riboflavina, niacina, ácido pantotenico, calcio, hierro, magnesio, potasio, y cromo, así como otros. Su sabor es muy fuerte, y es una excelente fuente de hierro.
Es un edulcorante excelente para panes, galletitas, tortas y pasteles. Se lo puede combinar en partes iguales con miel, jarabe de arroz integral, o jarabe de cebada de malta, para cocinar al horno.
Jarabe de arroz integral:
Sus ingredientes son arroz integral y varias enzimas. Tiene también maltosa, glucosa, y carbohidratos complejos; el 50 por ciento es maltosa, y el otro 37 por ciento son carbohidratos complejos. Este jarabe tiene un suave sabor a caramelo. Es la mitad de dulce que el azúcar blanca.
Las comidas cocidas al horno con jarabe de arroz integral tienden a ser duras o muy crocantes. Se puede usar para galletitas, pasteles, budines y granola, pero no para tortas o panes, pues deja el centro pegajoso.
Azúcar de dátiles:
Contiene sucrosa, glucosa, fructosa, carbohidratos complejos, y ácido fólico. Su color es caoba, y sus gránulos son gruesos y algo húmedos.
Se usa en bocaditos y aperitivos, espolvoreado o como cobertura. Puede sustituir a la azúcar blanca en iguales cantidades. Es conveniente disolver en una pequeña cantidad de agua antes de añadir a una batidora. Se puede utilizar conjuntamente con otros edulcorantes. Se quema fácilmente cuando se cocina, por lo que se debe tener sumo cuidado al prepararlo. Busque productos orgánicos, sin sulfatos. Guárdelo en un tarro firmemente cerrado.
Evaporado de caña de azúcar entera:
Se elabora a partir de la evaporación del agua de la caña de azúcar entera, proceso que hace que conserve sus minerales y melaza. Tiene unos granos gruesos color ámbar, con sabor a melaza.
Los productos en los que la extracción del agua no se realiza por evaporación sino por otro proceso como la cristalización no son realmente orgánicos, pues requieren que se les vuelva a añadir la melaza y, en última instancia, es más parecido al azúcar refinada que al producto orgánico.
Su rico sabor y costo relativamente bajo, lo hacen uno de los edulcorantes más populares, y puede sustituir a otros más caros con mucha eficacia. Sustituya el azúcar refinadas por cantidades similares de este producto. En las recetas, agregue 1/4 de cuchara de bicarbonato de soda por cada taza de este evaporado. Asegúrese de comprar uno que sea orgánico (los pesticidas y productos químicos que pueda haber tenido la caña se concentrarán durante el proceso). Consérvelo en un envase bien cerrado.
Miel:
Contiene fructosa, glucosa, y sucrosa. Su color y gusto dependen de la flor que fue su fuente. Es entre un 20 y un 60 % más dulce que el azúcar blanca, por lo que debe ser usada en menor cantidad (un 50 por ciento de la cantidad de azúcar blanco que señalan las recetas).
Se usa para todas las recetas que necesitan horno. Tiene un gusto muy distintivo que puede resultar algo empalagoso, pero una vez que comience a cocinar con ella, empezará a acostumbrarse a su gusto.
Jarabe de arce:
Se produce con la savia del arce; cerca de 40 galones de savia producen 1 galón de jarabe; contiene un 60 % de sucrosa, su color es marrón oscuro, y es rico en potasio y calcio.
Se usa en todas las recetas cocinadas al horno, especialmente para tortas y pasteles. Sustitúyalo por el azúcar blanca en una relación de 2/3 a 3/4 de tazas de jarabe de arce por cada taza de azúcar.
Jugo concentrado de mezclas de fruta:
Los más comunes se preparan con duraznos, peras, uvas, y piña. Contiene sucrosa, y un poco de fructosa natural. Su color suele ser ámbar, y tiene sabor frutal.
Se usa para todos los platos cocinados al horno y postres, como por ejemplo las tortas del chocolate. Sustituya 2/3 de taza de este jugo por cada taza de azúcar blanca. Reduzca los líquidos de la receta en 1/3 de taza por cada taza usada, y agregue 1/4 de cucharada de té de bicarbonato de soda por cada taza. Resuzca la temperatura del horno en 25 grados y ajuste el tiempo de cocción en consecuencia.
Algunos concentrados son más ácidos que otros. Guarde en heladera, pero úselo a temperatura ambiente.
Stevia:
Se saca de un arbusto cuya mejor variedad se da en el Paraguay; está disponible en hojas enteras o molidas, en polvo, o en extracto líquido; es 8 a 300 (!!) veces más dulce que el azúcar blanca (dependiendo de la calidad y de si es de hoja o extracto) pero con cero calorías. Los responsables de este poder endulzante son los glucósidos que contiene (Steviosidas, Rebaudiosidas y Dulcosida).
Utilice una cucharita de té de este endulzante por cada taza de azúcar. Guárdelo en heladera. La stevia molida es también muy útil para condimentar verduras, carnes, cereales y ensaladas, pues mejor el sabor y el valor nutritivo de estos alimentos.